Las últimas semanas no han sido nada fáciles para Marcelo Gallardo y los chicos de River Plate. Sufrieron una dura eliminación en la Copa Libertadores y perdieron el Superclásico, pero han levantado cabeza.
River ganó 3-0 a Morón y consiguió un cupo en la final de la Copa Argentina. En esta instancia, enfrentará a Atlético Tucumán el 6 de diciembre en San Juan o Mendoza.
Si hablamos de cifras, esta será la décima final del ciclo de Marcelo Gallardo como director técnico y River intentará ser el primer bicampeón de la Copa Argentina.
Además, con la victoria ante Morón, se cortó la peor racha del ciclo del Muñeco -la inédita situación de perder tres partidos en fila y la de recibir cuatro goles en un encuentro, algo que nunca había ocurrido y que pasó tanto ante Talleres como contra Lanús- y enderezar nuevamente el rumbo para reaccionar a tiempo.
Ahora el objetivo es prepararse para ganar a Atlético Tucumán. Y Gallardo quiere llevar calma puertas adentro y afuera, luego de anunciar su deseo de seguir en el cargo con un proyecto completo para las inferiores.
Los próximos días serán algo más pacíficos y llevarán a Núñez ciertos aires renovados. Ya habrá tiempo para arreglar el nuevo contrato de Gallardo luego de la elección presidencial. Más adelante habrá que pensar en el mercado de pases donde el club buscará al menos seis refuerzos y se planificará todo lo relacionado con la pretemporada en Estados Unidos.
En este momento todos deben enfocarse en la final que se viene. Es un gran logro y podría ser mayor porque ganar la Copa Argentina quizás alivie un poco el alma que tan sentida quedó y permita terminar el año de mejor manera. Ya para la próxima campaña habrá nuevas oportunidades y tiempo para reacomodar las piezas que haga falta.
