Este maravilloso edificio eclesiástico se construyó en 1783, pero fue comprado y refaccionado por la Iglesia Argentina en 1887 quedando como se lo puede apreciar en la actualidad.
Una particularidad es que las fiestas patronales a las que concurren gran cantidad de feligreses se celebran en conjunto con el «Día de Barracas» y rinden homenaje a Santa Lucía de Siracusa (patrona de la vista).