Durante su paso por Cartagena, Colombia, el Papa Francisco sufrió un accidente que le costó una herida en la ceja y una tremenda hinchazón en el pómulo izquierdo.
Todo sucedió debido a una mala frenada del Papamóvil que trasladaba al Pontífice por un barrio de la ciudad caribeña de Cartagena.
«El Papa está bien. Se le aplicó hielo y se medicó. Prosigue sin cambio alguno su programa de viaje», manifestó a diversos medios de comunicación el vocero del Vaticano, Greg Burke.
Francisco, quien ya tiene 80 años de edad, saludaba a los miles de colombianos que lo recibían en el barrio de San Francisco, cuando de repente el vehículo en el que iba frenó bruscamente por la gran cantidad de personas que estaban aglomeradas.
Tal maniobra lo hizo estrellarse contra el vidrio en el preciso momento que mostraba su cariño a un niño. Tras el accidente, agentes de seguridad lo auxiliaron limpiándole con un pañuelo la sangre, que le logró manchar parte de su vestimenta.
Lo cierto del caso, es que el Papa parece no haberle prestado atención al percance, pues siguió muy tranquilo su recorrido de 3,5 kilómetros hasta llegar a la plaza central de San Francisco, uno de los barrios más humildes de Colombia.
Tanto es así, que el Padre Santo hasta bromeó sobre lo sucedido. “Me dí un puñete, estoy bien”, soltó a un periodista colombiano, agregando: “Estoy contento. No siento el golpe”.
El Papa recibió asistencia médica por parte del comandante de la Gendarmería Vaticana, Doménico Giani. Al llegar a la Plaza, entró a la casa de una vecina donde le aplicaron hielo en las dos heridas y le lavaron la esclavina que se veía aún húmeda al momento de abandonar la vivienda, de donde salió sonriente y con una pequeña venda blanca en la ceja izquierda.
