Hollywood y el cine británico rompieron, de forma unilateral, con la Sociedad General de Autores (SGAE) a raíz de los últimos escándalos de corrupción.
La Motion Picture Association of America (MPAA), la asociación cinematográfica que agrupa a las grandes productoras y distribuidoras de cine de Estados Unidos como Walt Disney, Sony Pictures, Paramount, 20th Century Fox, Universal Studios y Warner Bros; los sindicatos de guionistas y directores de este mismo país -el Script Writers Guild y el Directors Guild, respectivamente-, y la entidad británica Authors’ Licensing and Collecting Society (ALCS) han anunciado a la SGAE que no renovarán sus contratos tras concluir el próximo diciembre el periodo de vigencia de los mismos.
Todos ellos han abandonado a la entidad que preside José Miguel Fernández Sastrón para marcharse con DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales), una de las firmas de su competencia, ante la falta de un acuerdo económico.
Además del agujero económico, en los últimos días, distintos socios de la SGAE están criticando que el Colegio Audiovisual siga teniendo nueve miembros en la Junta Directiva, el 18% del total, cuando su peso real, en recaudación, no va a pasar del 5%.
Las fuentes consultadas aseguran que se trata de un golpe muy duro para la SGAE, ya que supone perder el contrato con todos los grandes estudios cinematográficos, que mueven gran parte de la industria mundial, además de los directores y guionistas. Y eso después de haber perdido ya también hace años la gestión de los derechos de autor del cine francés.
La SGAE asegura que antes de la intervención de la Audiencia Nacional en el fraude de La Rueda, la entidad había venido adoptando diversas medidas para su subsanación. Manifesta que «muchas de estas medidas fueron adoptadas antes de la intervención judicial, tales como la anulación de registros y la incoación de expedientes disciplinarios».